Niña junto a Bilbo, un burro que vive en el santuario

Una infancia diferente, conociendo a los animales que la industria oculta de nuestra vista.
Crecer conociendo al resto de habitantes de este planeta, respetándolos.

La empatía es el poderoso vínculo que poseemos de manera innata durante la infancia, y que la sociedad destruye poco a poco con una educación especista.

Sólo hay un remedio a este mal. Acércate con tus hij@s a que conozcan a los animales. Que no se crean lo que les cuentan los libros de texto, los profesores ni los anuncios de la tele.

Los animales no han nacido para ser alimento. No tienen un corazón que late para ser alimento. No tienen ojos para ser alimento. No tienen patas para ser alimento.

Los animales tienen un corazón que late como el nuestro, y que se acelera cuando disfruta de las cosas bonitas de la vida. Tienen ojos para mirar a su alrededor, para conocer el mundo que les rodea. Y tienen patas para saltar, para correr, para caminar por donde les guíen sus pasos.

Enséñale a tu hij@, a tu sobrin@, a tu niet@, que los animales no son carne. Tienen su propia vida e intereses.

♥ En la foto Emma disfrutando junto a Bilbo